Cuando vi que se felicitaba a las mayores notas de los exámenes de admisión del TEC y la UCR/UNA, una vocecita dentro de mí me dijo “esa podés ser vos”, y se convirtió en una meta.

Sabía que la preparación iba a ser vital para lograrlo. El curso del profesor Eder Mejías me convenció por la cantidad de ejercicios de práctica y las explicaciones detalladas que dio en la clase de prueba. A lo largo del curso, noté el conocimiento y profesionalismo del profesor a través de sus explicaciones, las cuales hacen que hasta el ejercicio más confuso cobre sentido poco a poco. A la hora de hacer las pruebas, varios ejercicios me recordaron a los estudiados, y entonces supe que había elegido bien mi curso de preparación.

Me aconsejaron que al escoger carrera no me limitaran las notas de corte, y, como alguien con un amor profundo por el aprendizaje, la ciencia y los retos intelectuales, las que me enamoraron, en efecto, tenían cortes muy altos. Le agradezco infinitamente a Dios haber encontrado un curso que me diera la seguridad para apostar por ellas, porque más allá de este logro intelectual, la felicidad de estudiar algo que en verdad me apasiona es lo más valioso que me trajo ser una estudiante de Eder Mejías.